Hola a todo el mundo, soy Pablo, participante en la edición del Program for Specialists in Cultural and Academic Fields de la Fundación Japón que tuvo lugar en su sede del Instituto de Kansai entre julio y noviembre de 2023. En esta oportunidad que se me ha dado de escribir un breve informe de las actividades realizadas en el programa trataré de ser lo más ilustrativo posible a la hora de mostrar a futuros participantes las ventajas de este curso ideal para todo investigador de los Estudios Japoneses.
 
Antes de nada, explicaré rápidamente la razón por la que solicité este programa.

Soy estudiante de doctorado y estoy redactando una tesis sobre las creencias de los peregrinos medievales y renacentistas en el Camino de Santiago y de los peregrinos del Kumano Kodo premoderno. Estas rutas de peregrinación son las dos únicas del mundo que se encuentran registradas como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Mi misión consiste en ampliar los conocimientos que tenemos sobre las dos peregrinaciones para estrechar aún más los lazos de hermanamiento entre Japón y España mediante este punto que une a los dos países. Envié mi solicitud para participar en este programa para poder obtener un nivel de japonés que me permitiera leer bibliografía escrita en este idioma, para recopilar documentación relacionada con el Kumano Kodo y para poder recorrer y visitar todos los lugares vinculados con esta antigua ruta de peregrinación.
 
El propósito del Program for Specialists in Cultural and Academic Fields es triple: aprender japonés general y académico, facilitar al participante la realización de actividades relacionadas con su tema de investigación y organizar actividades para experimentar la cultura japonesa.

Respecto al primer objetivo, de lunes a jueves tenemos clases por las mañana en las que se enseñan japonés de uso cotidiano, como el que se puede aprender en una academia, escuela de idiomas o en la universidad. Además de estas completas clases de japonés general, hay que mencionar las clases de japonés académico, que están orientadas a leer textos bibliográficos de investigación, aprender a escribir según el estilo que se usa en los ensayos y artículos académicos, realizar entrevistas a especialistas, etc. Durante los más de cinco meses que dura el programa se mejora muchísimo el nivel que uno tiene en el idioma, lo que no solo ayuda a poder utilizar materiales en japonés para la tesis, sino que sienta una base que facilita enormemente la preparación de los niveles N3, N2 y N1 del JLPT según el nivel que tenga el participante.
 
Ilustración 1: Visita al Gran Santuario Hongu de Kumano como parte de las actividades de investigación que realicé durante mi estancia

El segundo propósito del curso consiste en financiar parcialmente las actividades que el investigador necesite realizar para avanzar en su proyecto. Para ello es necesario cubrir un formulario en el que se detalle una relación de todas las actividades a desempeñar por el participante. Citando mi caso como ejemplo, el Instituto de Kansai me cubrió los gastos del transporte público, hoteles, así como entradas a los museos que visité durante mi trabajo de campo en el Kumano Kodo. Para poder desempeñar estos proyectos, el curso ofrece dos semanas separadas sin clases en septiembre y octubre.
 
En tercer lugar, además de las clases y las actividades de investigación (que también incluyen visitas en grupo a instituciones tan prestigiosas como el Nichibunken), el curso ofrece la posibilidad de disfrutar de la cultura japonesa más auténtica de una manera que no es posible para la mayoría de viajeros. Me gustaría mencionar las visitas a un colegio, una familia japonesa y a una excelente representación de Noh y Kyougen en Kioto.

Como se puede ver, este programa de la Fundación Japón es de lo más completo y conveniente para cualquier investigador de Estudios Japoneses. Gracias al curso pude mejorar mucho mi nivel de japonés para poder manejar fuentes escritas en este idioma y para poder disfrutar de la cultura de este país de una forma más intensa. En las prefecturas de Wakayama y Mie pude recorrer la Ruta Nakahechi del Kumano Kodo y visitar el Santuario de Ise, ocasión que aproveché para sacar fotos y visualizar los lugares en los que tuvieron lugar dos de las peregrinaciones más importantes del Japón premoderno, y tema central de mi tesis doctoral. Por otra parte, pude viajar a Tokio para realizar numerosas fotocopias de los materiales bibliográficos para mi tesis en la Biblioteca Nacional de la Dieta (la más importante del país) y pude entrevistarme con profesores que me fueron de gran ayuda y orientación para mis proyectos de investigación. Es increíble pensar lo útiles que me resultaron esos meses para mis proyectos. Gracias al Instiuto de Kansai he acumulado una montaña de materiales que son más que suficientes para completar la parte de mi doctorado relacionada con Japón.

Las instalaciones del Instituto de Kansai son de lo más cómodo para vivir durante los meses que dura programa. En las habitaciones no falta de nada, las aulas están a cinco minutos de los dormitorios y el comedor y la sala de karaoke son los lugares donde uno se lo pasa mejor. Es verdad que el pueblo de Tajiri, la ubicación del instituto, está muy aislado de la vida urbana y animada de Japón, pero los habitantes de esta apacible localidad, representadas por la Asociación Internacional de Tajiri, han sido de lo más acogedores con todos nosotros. De todos modos, en bus y en tren, uno puede llegar a la céntrica estación de Namba de Osaka en 45 minutos. Para los que les preocupe la proximidad del instituto al Aeropuerto de Kansai puedo decir con seguridad que no, no se oyen los aviones.
Ilustración 2: Mis compañeros y yo en las proximidades del Bosque de Arashiyama en una de las visitas de investigación organizadas por el Instituto de Kansai

Como consejo para futuros participantes me gustaría señalar que no solo la constancia y el esfuerzo son importantes para el éxito en el programa, sino que la minuciosidad y el detallismo son fundamentales. Los profesores agradecen mucho que se les indiquen claramente las diferentes tareas que uno tiene previsto realizar. Por ejemplo, cuanta más información se añada a los formularios de actividades, mejor. Es algo que no cuesta mucho hacer y que los profesores y demás personal valorarán muy positivamente. Animo a los investigadores españoles a participar en esta oportunidad única para completar su formación académica y para dar a conocer en Japón y a otros investigadores de otros países el estado de los Estudios Japoneses en España.

No me gustaría terminar este informe sin darle las gracias de todo corazón a los profesores, administrativos, personal del instituto y a mis buenos amigos del centro. Con ellos la experiencia fue única y memorable. Todos ellos han devuelto mucho más de lo que pude hacer por ellos y les estaré siempre agradecido.

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